domingo, 23 de junio de 2019

semana 7: Mujeres de América Latina: des(re) encuentros, tráfico de ideas y traducción

Mujeres potencia epistemológica-política:




La idea al redactar esta entrada no es resumir el artículo de  Mariana Alvarado  titulado  Mujeres en América Latina: des(Re)encuentros. Si no es retratar mis impresiones al leerlo.  Mariana en la construcción de su conocimiento parte de un ejercicio esencial “posicionarse en un lugar” y ubicarse como objeto y sujeto de conocimiento. Muchas veces y por arrogancia de la academia pretendemos que un “estado de la cuestión” someramente citado , ojala  con algunos anglicismos, nos permita escribir nuestros artículos desde la investidura de un sujeto universal. Olvidamos que es el texto el que pasa por nuestro cuerpo de manera inevitable y que nuestro cuerpo tiene cicatrices de un pasado en común y de un presente único.  

El encontrarse como mujer hermeneuta-epistemóloga  de su propia historia. ¿Qué puede decirle? Le conté quien soy yo, dice Mariana en su texto. El contar quien soy yo, ejercicio desprestigiado por los conocimientos hegemónicos,  se convierte en un nuevo paradigma. Sin embargo posicionarse no puede ser de manera caprichosa. Es reconocer un pasado en común con distintos procesos políticos-económicas-culturales que nos han estado formando:

Pero nosotras como mujeres latinoamericanas  debemos reconocer la importancia de cómo un sujeto se reconoce como tal.  Yo me pregunto ¿Cómo llegue a ser mujer? ¿Cómo llegue a ser costarricense?,  ¿Quién me dijo que yo era joven?.  Significa regresar a la pregunta básica de toda filosofía  ¿Quién son yo? . Antes estas cuestiones la colonialidad de poder nos puede dar bastantes luces:

Una de las propuestas más interesantes del feminismo poscolonial es  reconocer que no se expone a un texto sino se expone a si mismo. Significa encontrar en mi cuerpo las marcas coloniales y patriarcales que hemos naturalizado y en tanto naturalizadas creemos que estuvieron y estarán siempre ahí. Contestar  las preguntas que hice con anterioridad requiere desde una educación poscolonial, intersocial e intercultural reconocer como  la modernidad trajo una nueva forma de relacionarse con los individuos por medio estado-nación. Aceptar que la historia de acumulación de capital es también la del patriarcado.



Sin embargo lo principal que me despierta el texto de Marina Alvarado es encontrarnos con la capacidad de desconocernos para reconocernos. Este ejercicio implica identificar los tipos de conocimiento que borra el colonialismo para luego reivindicarlos.  Comencemos por aceptar y enunciar desde donde hablamos, para quien hablamos, que está pasando en nuestro entorno ( conciencia ubi geo-socio-politico-economico)  y nuestra lugar en la subalternidad.


“Escucharnos, interpelarnos, decir quiénes somos, encontrarnos, estamos en eso “ (Alvarado,p21) 





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